Marco Vitali, una vida dedicada a la unidad dental

Marco heredó la empresa de su padre, Lino, en 1982, cuando tenía solo 23 años. Sus valores son los valores de VITALI: fiabilidad, competencia, precisión, cordialidad.

A la cabeza de la empresa desde muy pronto

¿Se puede dedicar una vida entera a las unidades dentales? Para Marco Vitali está claro que sí, de hecho ese ha sido en su caso. Todo empezó en 1982, cuando falleció Lino, el padre y fundador de la empresa. Un hombre como Lino, una persona de una gran calidad humana y profesional, deja un vació inmenso. Para todos en la empresa fue un periodo muy difícil de superar. Sin embargo, Marco consiguió lo que parecía imposible. Él solo al volante del legado de su padre y trabajando duro con clientes y empleados se puso a la cabeza de la empresa y la guio hacia un nuevo desarrollo. Tenía apenas 23 años.

La naturaleza del innovador

Marco había crecido viendo a su padre trabajar. De él, heredó una extraordinaria confianza con la precisión, los mecanismos y los funcionamientos, a la que añadió su gusto por la organización y la planificación. Pero no se detuvo ahí. Marco es un gran observador y sabe escuchar. Cada vez que habla con un dentista, un técnico o un distribuidor, y lo hace a menudo, siempre se lleva a casa una idea de qué puede mejorar, perfeccionar o en qué puede innovar.

La unidad dental ideal según Marco

La Investigación y el Desarrollo son su prioridad. Marco siempre ha tenido una visión particular de la unidad dental, que es la que mueve a la empresa. Para él, la unidad dental ideal es la que no te da preocupaciones. La que por su ergonomía, volumen y gestión permite que dentista y asistente puedan trabajar con el máximo de concentración, con tranquilidad y sin impedimentos, con la confianza de trabajar con un equipo fiable, aliado y fiel. Y la que, a la hora de tener que hacer operaciones de mantenimiento o reparación, el personal técnico, el interlocutor fundamental para Marco Vitali, pueda trabajar de forma lineal, precisa y resolutiva.